Hace diecisiete años, antes de la modificación del POT y el uso de suelos especiales en Pereira, Combia solía ser un bello centro turístico, una muestra de cultivos fértiles y frondosos, de plátano, banano, café, aguacate, maíz, caña y diversos árboles frutales. El ganado y la producción porcina eran las prácticas agropecuarias más fructíferas de la zona.
Luego de la disposición por
parte de los concejales y el entonces Alcalde
de Pereira, el destino de Combia tomó un rumbo oscuro y precario. Al trasladar
el relleno la Glorita para este sitio, no solo se auguraba una inconformidad
por parte de la población aledaña, sino también el decaimiento de los suelos
por la alta cantidad de materia fecal producida por los gallinazos, lo que
ocasiona temibles enfermedades, afectando tanto
personas como el ganado. Sumado a
esto el peligro que representa para la actividad del Aeropuerto Internacional
Matecaña, la proximidad de estas aves. Y
sobre todo el derrame de los lixiviados (jugos de las basuras) altamente
contaminantes que dejan las volquetas a su pasar.
No contentos con éste hecho
se otorgaron permisos ambientales para la extracción de piedra en la Cantera de
Combia, añadiendo al problema de las basuras, la grave exposición de ruido y
polvo excesivo a los habitantes del lugar, degradando la calidad de las vías
con el tránsito permanente de volquetas y provocando una gran nube de smog en
el sector.
La necesidad de realizar
este documental radica en el impacto ambiental causado en la zona, que
pareciera no ha sido tratado con la importancia merecida, así como la oportunidad
de recuperación de tierra fértil que aún queda y mantiene el habitad de
diferentes especies de aves y plantas.
Es de saber que en Colombia
hay infinidad de lugares como estos, tratados de la misma manera por
multinacionales y sectores de la economía que explotan la tierra sin piedad, a
eso sumado el problema de los tantos rellenos de diferentes ciudades que
incumplen con sus mínimos requisitos ambientales.